Fernando Morcillo es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Diplomado en Ingeniería Ambiental, con estudios de postgrado en Economía Empresarial. Desde 1977 desarrolló su carrera profesional en el ámbito de la ingeniería, la construcción y la explotación de plantas, servicios y sistemas de depuración y tratamiento de aguas, tanto urbanas como industriales. Y a partir del año 1993, en la Gestión y Dirección de organizaciones especializadas, fundamentalmente en actividades relacionadas con la gestión del agua y el medio ambiente.
Tiene experiencia tanto en el sector público como en la gestión privada o mixta, es profesor Asociado de la EOI (Escuela de Organización Industrial) desde 1989 y cctualmente preside AEAS (Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento).
Pregunta: Hola Fernando: ¿cómo estás?
Respuesta: Aquí, esperando tus preguntas, a ver…
P.- Jajaja. Has ocupado y ocupas puestos importantes y de responsabilidad en el sector del agua en España ¿Cómo llegaste a él?
R.-Supongo que por circunstancias coyunturales de la vida. Siempre me atrajo el mundo del agua porque está muy cerca de la naturaleza y de mis vivencias de la niñez. A mí, el campo, me crie en un pueblo, me agrada muchísimo. Creo que el agua dentro de mi formación y profesión es un elemento muy cercano a esas vocaciones primeras.
P.- Siempre que pregunto a personas relacionadas con el mundo del agua: ¿Cómo llegaron a él?, siempre obtengo respuestas diferentes y eso me encanta. ¿Qué te gusta más del sector del agua?
R.- A mí me gustó mucho la depuración desde que estudié Caminos. Le he dedicado muchos años y creo que tener una visión muy integradora del proceso de tratamiento de depuración. El proceso biológico siempre me ha interesado mucho, quizá por esa cercanía a la naturaleza que tuve desde pequeño.
P.- Actualmente presides AEAS ¿Cuál es la importancia de AEAS en el mundo del agua, en el mundo en general?
R.- AEAS se ha constituido como una entidad asociativa de carácter técnico que ha conseguido mantener unos esquemas de participación técnica de muchos expertos en diferentes materias, con un afán colaborativo muy importante que permite generar una red de conocimiento, de relación y de intercambio de experiencias fundamental en el sector del agua. Esto es lo que atrapa a la gente.
P.- ¿Qué ha cambiado en AEAS desde que tú la presides? Matizo. Yo creo que el sector del agua, el mundo del agua ha cambiado en los últimos años. Yo te planteo esta pregunta en el sentido de: ¿Qué has podido y qué puedes hacer tú que no hayan podido hacer tus antecesores por la situación política y social de otras épocas?
R.- Mi mayor éxito, probablemente, en estos ocho años que llevo en la presidencia, ha sido mantener el espíritu de la asociación que parece una cosa fácil, pero realmente, mantener ese espíritu, como digo, colaborativo, participativo, de intercambio de conocimientos y experiencias, en determinados momentos, no es sencillo, por la propia circunstancia de la competencia entre empresas, competencia muchas veces incluso de prestigio, ni siquiera de mercado.
Hemos abordado temas novedosos fruto de la coyuntura y de los tiempos, como nuestro posicionamiento internacional: en este momento, somos un actor transcendente en EurEau (Federación Europea de asociaciones de operadores de agua). Hemos conseguido una mayor capacidad técnica gracias a la posibilidad de disponer de más equipo y, entre otras cosas, poder realizar trabajos relacionados con el mundo del asesoramiento a las administraciones públicas y la participación en procesos legales.
Una cosa de la que estoy muy satisfecho, sin duda, es de haber impulsado el capítulo, como se llama en IWA (International Water Association), de los jóvenes profesionales (IWA Young Water Professionals).
Y hemos puesto mucho foco y esfuerzo en la comunicación, tanto interna como hacia la sociedad. Aunque el objetivo de que la gestión del agua permee en la sociedad no está alcanzado.
P.- ¿AEAS es una asociación independiente?
R.- Yo creo que es muy independiente. Hay que tener en cuenta cuáles son sus objetivos y sus intereses, es decir, defender el mundo de los operadores de los servicios desde una visión más técnica.
P.- Perdona Fernando, yo voy un poco más allá, soy malo ¿Es una asociación políticamente independiente?
R.- Sí, sí, políticamente, absolutamente independiente.
Hay que tener un espíritu crítico, constructivo, leal. La asociación siempre ha sido muy leal con las administraciones, sin embargo, también ha sido consciente de no abrazarse al poder, sino, de manifestar aquellas cosas que entendemos que no son buenas para los servicios de agua.
Lógicamente, tenemos una visión parcial porque somos operadores, visión que hay que complementar con otras, en cualquier caso, hay que defenderla y ser crítico, no solo desde el punto de vista político, sino desde el punto de vista económico porque vivimos de las cuotas de nuestros propios asociados y, también, de los propios asociados. Hay algunos de mucho volumen, mucha capacidad económica y mucha presencia en el sector, sin embargo, también debemos atender a otros tantos asociados que no tienen esos tamaños y esas condiciones. Con lo cual hay, ahí, un trabajo de equilibrar esas posiciones. Yo entiendo que somos muy independientes.
P.- En realidad, yo ya sabía que sois independientes. Me consta que tú eres crítico con muchas situaciones que se producen en el sector del agua y, a mí, me encanta, pero te lo tenía que preguntar para que quede constancia. ¿Por qué el agua está tan politizada? Se ha hablado mucho de la creación de un organismo independiente en el sector del agua, formado por expertos, un organismo que regule las concesiones de agua, los transvases, el regadío, o sea, que gestione el agua en España ¿Existe ya?
R.- No, ni entendemos que, a corto plazo, se va a poder implantar. Quizá nosotros somos más modestos porque de lo que entendemos es del ámbito urbano y lo que queremos es que se centre, inicialmente, en ese ámbito.
El resultado de la reflexión que ha hecho el ministerio sobre el PERTE de digitalización es que se quiere aproximar a la creación de un observatorio para tener datos y mayor confianza en el diagnóstico de la situación. Alguna de las condiciones que nosotros pedíamos, por ejemplo, la independencia, no se va a conseguir de esa manera. El observatorio es un primer intento de evolución. Yo, soy crítico con ese modelo porque siempre que se ha creado, en el ámbito del agua, no ha funcionado. Ahí tenemos el francés que ha sido un fracaso, o tenemos el que está en la ley andaluza que ni siquiera se ha puesto en marcha. Entonces parece que tiene mala “posición” la palabra, ¿no?, cada vez que se nombra algo con eso…
P.- Hay que inventarse otra.
R.- Nosotros, en el ámbito urbano, siempre defendemos que tenemos mucha información en la asociación y podía ser aprovechable. Tenemos que seguir trabajando para que ese rigor con el que intentamos hacer las cosas se manifieste hacia la administración.
P.- ¿Qué opinas de los transvases entre Comunidades Autónomas? El transvase Tajo-Segura, por ejemplo.
R.- El problema que se suscita con los transvases entre cuencas tiene que ver con la mala asignación económica entre el medio emisor y el receptor. Esta asignación económica no se ha hecho bien, hay muchas demandas en este sentido que se podrían haber resuelto desde un mecanismo puramente económico.
Yo soy partidario de cualquier tecnología que esté en nuestras manos para solventar el posible déficit de agua o las circunstancias de que, al final, la gente no pueda tener derecho al disfrute de ese bien básico y público. Por lo tanto, bienvenidos los transvases, bienvenidas las desaladoras, la reutilización, los pozos, etc.
Todo tiene sus condicionantes y sus afecciones. Lo que debemos hacer en este momento es minimizarlos. Es como si dijéramos, hoy, que no podemos transvasar el petróleo, que allí donde existe es donde lo pueden utilizar y los demás no tenemos derecho a él. No tiene sentido.
Lo que hay que hacer es compensar o ajustar el valor añadido que genera.
Continuará...
