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Fuentes redundantes

Sobre el blog

Jose Antonio Rodriguez Tirado
Experto Internacional en Manejo de Recursos Hídricos, con más de 40 años de experiencia, que ha creado e implementado diversos programas exitosos y visionarios de diferente naturaleza, superando siempre las metas previstas
  • Fuentes redundantes

En este breve artículo enfatizo la importancia preservar nuestras fuentes de abastecimiento de agua y de contar con fuentes redundantes, así como de armonizar tres conceptos clave: la oferta, la demanda y el desarrollo hídrico, para lograr el bienestar y desarrollo con que todos soñamos.

Uno de los aspectos clave en el suministro de los servicios de agua potable y saneamiento es la preservación de nuestras fuentes tradicionales de abastecimiento, bien sean los ríos, lagos, manantiales o acuíferos.

En algunas ocasiones hemos dañado a la fuente principal de suministro al contaminarla, como es el caso de algunos ríos, generando diversos afectos muy adversos; de inmediato pensamos en el hecho de haber perdido cauces que son parte de nuestra herencia e historia, fuente de vida para nosotros y para nuestro medio ambiente, y que hemos convertido en focos de contaminación, afectando a nuestra vida y a la flora y fauna, a la cual también debemos proteger.

Al contaminar los ríos hemos recurrido a otras fuentes de abastecimiento; por ejemplo, las subterráneas o acuíferos, los cuales se han formado a través de siglos y en ocasiones, extraemos más agua de ellos de la que se infiltra, provocando su sobrexplotación; o dicho de otra manera, perdemos paulatinamente una fuente de abastecimiento que tiene un gran valor, que para fines prácticos, es también incalculable.

Los acuíferos nos recuerdan que esta forma de actuar no es correcta, lo cual se refleja en los hundimientos del terreno que podemos apreciar claramente, y cuya evolución, gravedad y consecuencias hemos monitoreado a lo largo de décadas.

Los ríos reaccionan y las fuentes de abastecimiento subterráneas también.

Pero, ¿qué podemos hacer?

Las respuestas son amplias, abarcan diversos aspectos de lo que de manera un tanto simplificada conocemos como oferta, demanda, y lo que yo llamaría “desarrollo hídrico”; éste último incluye el respeto a nuestras fuentes de abastecimiento, el uso eficiente del agua y la conservación del medio ambiente.

Considero que el balance ideal se encuentra al armonizar estos tres conceptos: oferta, demanda, y desarrollo hídrico.

Quisiera referirme a un aspecto específico de la oferta; precisamente a las fuentes de abastecimiento, las cuales cobran una dimensión aún mayor como consecuencia de la notable variación del clima, que hemos denominado como cambio climático, y de la cual somos testigos y actores.

Recuerdo que hace algunos años en un recorrido por una pequeña ciudad de los Estados Unidos de América, el especialista que nos atendió nos explicaba con datos y cifras muy claras la forma cómo se abastecía de agua a los habitantes y a los diferentes sectores, y nos decía: “este río es nuestra principal fuente de abastecimiento y parte de su agua la captamos en este lago. Los habitantes y las industrias utilizan el agua de manera muy eficiente, pero si el flujo de agua en el río y el volumen en el lago disminuyen más allá de lo previsto, activamos una serie de medidas adicionales para reducir el consumo de agua y recurrimos a una fuente de abastecimiento adicional, un poco más lejana, que se alimenta de otro río; la realidad es que muy pocas veces hemos tenido que recurrir a nuestra segunda fuente de abastecimiento”.

Dos aspectos del recorrido, el cual duró menos de un par de horas, eran evidentes: si bien el uso eficiente del agua era parte de la cultura y forma de ser de la población y formaba parte del ADN de las industrias, implementaban medidas adicionales para reducir el consumo en situaciones un tanto delicadas.

El segundo aspecto es que contaban con una segunda fuente de abastecimiento de agua, una fuente redundante, para aprovecharla en casos de relativa emergencia.

En aquel momento pensé: “Bueno, pues así, sí”

Y ahora pienso que si trabajaramos en dichos aspectos, la situación sería mucho mejor en las ciudades y poblaciones en las que existe un rezago tan grande en la preservación de las fuentes de abastecimiento y en el suministro del servicio de agua potable.

Sé que algunas personas me podrán decir y con cierta razón: “José Antonio, no podemos manejar y preservar las fuentes de abastecimiento actuales y tú quieres recurrir a fuentes redundantes”.

Es cierto, pero si no nos forzamos a dar los pasos siguientes de manera planeada, ordenada y obligatoria, nos llevará mucho tiempo lograr el bienestar y desarrollo con que todos soñamos.

Consideremos también que en el caso de muchas ciudades y poblaciones del mundo estaríamos hablando realmente de fuentes complementarias, y las fuentes redundantes serían el siguiente paso.

Siempre tener claro lo que queremos, siempre visualizar cómo lo lograremos, y por supuesto, implementar las estrategias y realizar las acciones necesarias para ello.

Cada uno de estos puntos comprende diferentes enfoques y existen diversas formas de llevarlos a cabo, las cuales dependen de nuestra capacidad, de nuestra preparación y de nuestro compromiso, tanto a nivel individual como colectivo, siempre con base en un empleo y manejo eficiente de los recursos disponibles e incluso de aquellos que seamos capaces de generar como parte de nuestras acciones diarias.

¿Existen límites para ello?. Yo pienso que no y siempre he comentado en los equipos de trabajo en los que he tenido la fortuna de participar: “Si se puede lograr en otra parte del mundo, también nosotros lo podemos lograr”.

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12/03/2024 · Gestión del Agua

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