Imaginemos un modelo tridimensional que permita en primera instancia diseñar, planificar y controlar la ejecución de una infraestructura y una vez construida esta, integrar sobre el mismo las aplicaciones precisas para la explotación de la instalación, la gestión de su mantenimiento y para el análisis y optimización de su funcionamiento. Este modelo multifuncional de alto valor es precisamente la base sobre la que se fundamenta la metodología BIM (Building Information Modeling).
Una de las singularidades de esta metodología, que la distingue de una mera representación tridimensional, es que consiste en un modelo basado en la definición de elementos (activos) a los cuales se les puede asignar una serie de atributos cuyo posterior procesamiento nos resultará de interés. Definidos los parámetros escogidos para cada elemento, podríamos determinar de manera fija su valor o definirlos como variables a tiempo real a través de la integración en el modelo de otras aplicaciones empleadas habitualmente en la gestión de la instalación (SCADA, GMAO, …). Esta interrelación modelo-aplicaciones podría llegar hasta el punto de convertir al propio modelo BIM en la interfaz básica de dichas aplicaciones, simplificando enormemente su manejo, pasando a ser mucho más intuitivo al basarse ahora en una visualización real de la infraestructura.
El logro más avanzado de la metodología BIM se alcanza a través del denominado gemelo digital. Tomando como referencia nuestro modelo virtual, se genera una réplica que servirá de base para recrear simulaciones que permitirán evaluar el comportamiento de nuestra instalación ante distintos requerimientos. Las posibilidades de esta funcionalidad son extremas, teniendo como único límite de aplicación el de nuestra propia imaginación.
Podríamos decir, por tanto, que la tecnología BIM, que surge básicamente como herramienta para el diseño y gestión de la construcción de infraestructuras, desarrolla su máximo potencial al trascender su aplicación a la explotación de las instalaciones sobre las que se implanta.
BIM desarrolla su máximo potencial al trascender su aplicación a la explotación de las instalaciones sobre las que se implanta
La Mancomunidad de Canales del Taibilla (en adelante MCT) es un organismo autónomo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que tiene como función principal el abastecimiento de agua potable en alta al sureste español, a una población que llega hasta los 3,2 millones en época estival, repartida en ochenta municipios pertenecientes a las provincias de Alicante y Albacete y a la Región de Murcia.
Para la prestación del servicio esencial que tiene encomendado, la MCT cuenta con una compleja red hidráulica: seis potabilizadoras, dos desaladoras, dos embalses, cerca de ochenta bombeos, unos 2.000 km de tuberías, 500 km de canales y más de doscientos depósitos.
La MCT se encarga tanto de la construcción como de la posterior explotación de sus instalaciones, de tal manera que la implantación de la metodología BIM en el organismo constituye una oportunidad irrenunciable de cara a la mejora de la gestión y optimización de su sistema.
En este sentido, el organismo ha iniciado un ambicioso plan de implantación de la metodología BIM para una gestión íntegra de su red hidráulica a medio plazo:
- 2023-2026: Con cargo a los Fondos Next Generation de la UE, dentro de la línea de mejora de digitalización de las administraciones públicas, la MCT pretende sentar las bases sobre las que se desarrollará su sistema BIM. Se prevé en esta fase la elaboración del Plan Director de implantación y la generación de un modelo BIM de cada una de sus infraestructuras tipo.
- 2026-2033: En esta segunda fase se pretende desarrollar los modelos BIM de la totalidad de infraestructuras de la MCT y el desarrollo de gemelos digitales de las principales infraestructuras como complemento a su explotación.
Se trata de un complejo desafío que requerirá un gran esfuerzo y un sincero compromiso que, no obstante, se traducirá a largo plazo en una franca optimización de la gestión, propósito que como organismo público estamos especialmente obligados a perseguir.